Seleccionar página

Empezar un negocio en Italia es una gran aventura. Italia es la tercera economía de Europa y la octava del mundo. Es uno de los principales centros europeos de creación de empresas emergentes. Además, su posición estratégica permite el comercio entre el norte y el sur de Europa, el norte de África y Oriente Medio, lo que la convierte en un lugar ideal para iniciar un negocio internacional.

No obstante, son muchos los factores que hay que tener en cuenta a la hora de crear una empresa en Italia.

Redactar un plan de negocios para su empresa italiana

Entender el mercado para su negocio, conocer la clientela y elaborar una estrategia en profundidad con objetivos específicos forman parte del paso inicial para iniciar un negocio en Italia.

La elaboración de un plan de negocio le ayudará a saber si hay espacio para su empresa en el mercado italiano, quiénes son sus clientes objetivo, cuáles son sus costes de puesta en marcha y cuál es su plan a corto y largo plazo.

Una vez que haya formulado un plan de negocio, tendrá una idea razonable de cómo navegar por el mercado italiano.

Defina el tipo de negocio que desea establecer en Italia

Italia ofrece varias opciones para iniciar su negocio. Es importante identificar en cuál de las categorías entrará su empresa, dependiendo de su tamaño, función y presupuesto.

Para establecer su negocio en Italia, es esencial definir el tipo de empresa que mejor se adapte a sus necesidades:

  • Sociedades de responsabilidad limitada: son los tipos de sociedades más populares en Italia y permiten la mayor flexibilidad a los fundadores.
  • Sociedades colectivas: los fundadores de la sociedad colectiva en Italia tienen una responsabilidad ilimitada frente a los acreedores y están obligados a utilizar su patrimonio personal para pagar las deudas y compromisos de la empresa.
  • Empresas unipersonales: son la forma más sencilla y rápida de crear una pequeña empresa en Italia. El propietario de la empresa individual es el único responsable de la empresa.
  • Sociedad anónima: son grandes empresas que cotizan en bolsa con un número ilimitado de accionistas.

Permiso requisitos del permiso

No existen limitaciones específicas respecto a la mayoría de las nacionalidades a la hora de abrir una empresa en Italia. El director o accionista no está obligado a tener la residencia en Italia, basta con presentar un documento de identidad o un pasaporte válido.

Pero, si piensas trasladarte para gestionar el negocio a nivel local, tienes que conseguir un permiso legal para vivir y trabajar en Italia.

Requisitos legales para registrar su empresa italiana

Para registrar su empresa en Italia, tiene que reunir toda la documentación y los trámites esenciales.

Debe redactar una escritura de constitución y los estatutos de la empresa y hacerlos constar ante notario. A continuación, el notario registrará la empresa en el Registro Mercantil Universal.

Además de los gastos notariales, tiene que pagar las tasas del Registro de Empresas y de la Cámara de Comercio, que intervienen en el proceso de registro de la empresa. También tendrá que pagar una tasa para que el Registro Mercantil valide los libros de empresa y de contabilidad.

Si opta por operar como autónomo, la cantidad de papeleo se reducirá considerablemente y el proceso de registro será diferente.

Crear una cuenta bancaria para empresas en Italia

En Italia, todas las empresas deben abrir obligatoriamente una cuenta bancaria corporativa a través de la cual puedan realizar transacciones comerciales.

Una cosa valiosa a tener en cuenta es que los bancos italianos son cautelosos cuando se trata de préstamos. Por ello, tendrás que tener preparado el dinero para la puesta en marcha antes de lanzarte a la aventura. También tendrá que depositar en esta cuenta al menos el 25% de su capital inicial.

El tejes

La legislación italiana impone cinco tipos de impuestos cuando se trata de negocios:

  • el Imposta sul reddito (impuesto sobre la renta),
  • la Imposta sulle società (impuesto de sociedades),
  • el Imposta sul valore aggiunto(IVA o impuesto sobre las ventas),
  • la Imposta sui servizi (impuesto sobre los servicios),y
  • los impuestos especiales.

Si es un extranjero que trabaja en Italia, tendrá que tributar por los ingresos que obtenga allí. Además, una vez registrada la empresa, los dos impuestos principales que hay que registrar son el impuesto de sociedades y el IVA.

Antes de iniciar un negocio en Italia, debe encontrar más información sobre los diferentes tipos de impuestos empresariales en los que incurrirá.

A pesar de la reputación de burocracia y de la rigidez del mercado laboral, Italia sigue siendo un país atractivo para que los extranjeros inicien su propio negocio allí.

¿Está pensando en abrir un negocio en Italia? – Vamos a ponernos en contacto con su experto en Damalion ahora.