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Los nuevos proyectos mineros, normalmente situados en regiones remotas, necesitan infraestructuras para trasladar las materias primas desde las minas a los puertos para venderlas a los mercados de exportación. Esta infraestructura “del pozo al puerto” suele ser la parte más cara de las infraestructuras auxiliares, como las plantas de energía y tratamiento de agua, los aeropuertos, los campamentos mineros y las carreteras, que necesita un proyecto.

Financiación de la deuda para proyectos mineros internacionales

La deuda es crucial para los proyectos portuarios, y como el apetito por el riesgo ha disminuido desde la crisis financiera, los bancos han contribuido menos al coste del proyecto, lo que hace que el riesgo de refinanciación recaiga en el patrocinador del proyecto. El endeudamiento puede adoptar la forma de préstamos obtenidos en los mercados de deuda nacionales e internacionales, de financiación secundaria de las partes que pretenden asegurar la compra, o mediante la emisión de bonos en una bolsa de valores.

Los patrocinadores del proyecto también necesitan financiación de capital. Esto podría adoptar la forma de inversión privada en el proyecto, fondos soberanos, capital de contratistas importantes o de agencias de crédito a la exportación.

Así que, para asegurar la financiación, los patrocinadores del proyecto deben demostrar que los riesgos del proyecto son razonables. Los banqueros que tienen una clara predilección por el riesgo considerarán los riesgos frente a la rentabilidad prevista. La rentabilidad requerida será muy diferente según los proyectos y los financiadores.

Comprender los factores de riesgo para financiar proyectos mineros

A continuación se exponen algunos de los principales riesgos y consideraciones de los financiadores a la hora de evaluar los proyectos “pit to port”:

  • Deuda a fondos propios: Los financiadores exigirán que se inyecte un nivel específico de capital en el proyecto antes de conceder el préstamo.
  • País: La disposición de un financiador a proporcionar financiación dependerá de la jurisdicción en la que se integre el proyecto. Por ejemplo, algunas jurisdicciones que surgen tienen abundantes recursos que permanecen en su mayoría sin explotar debido, en particular, a la escasez de infraestructuras y a un entorno empresarial difícil.
  • Seguros: Los financiadores exigirán un seguro exhaustivo para cualquier proyecto, por ejemplo, de responsabilidad civil, riesgo de construcción y retraso en la puesta en marcha. En algunas jurisdicciones, el seguro debe contratarse con los proveedores de seguros locales. A veces, los financiadores no se sentirán cómodos dependiendo sólo de ese seguro si la aseguradora local no está bien estabilizada y no es solvente, por lo que pueden exigir un reaseguro. En algunas jurisdicciones, la cesión del reaseguro no es legal, ya que la ley no permite a la compañía de seguros local dar garantías sobre sus derechos.
  • Infraestructura: Las actividades productivas de las minas suelen desarrollarse en zonas remotas, lo que requiere que los países anfitriones adquieran más infraestructura civil, especialmente en materia de transporte y suministro de energía, ya que estos componentes pueden garantizar que los proyectos mineros se desarrollen sin problemas hasta cierto punto. Pero los inversores se sienten muy incómodos con el entorno social local y los costes de transporte a pesar de otros esfuerzos. Muchas minas están alejadas de las terminales de la costa y la construcción del ferrocarril se realiza en condiciones inadecuadas, de modo que en la temporada alta los propietarios de las minas locales luchan duramente por el transporte ferroviario, lo que conlleva efectos negativos para todos los inversores.
  • Seguro de riesgo político (PRI): En determinadas jurisdicciones menos estables desde el punto de vista político, los financieros perciben que se enfrentan a enormes riesgos de inconvertibilidad de la moneda, incautación de activos y violencia política, como guerras o acciones adicionales de los revolucionarios. Por ello, los financiadores pueden exigir al prestatario que pague por ellos para tener la ventaja del seguro de riesgo político (PRI).

El IIP puede adquirirse de fuentes privadas, así como de fuentes públicas o gubernamentales. El trabajo de los abogados será intervenir y resolver las definiciones de, por ejemplo, guerra, embargo e incompatibilidad de divisas, así como garantizar que la póliza se adapte al acuerdo de préstamo específico y que los eventos de “pago” coincidan con los eventos de incumplimiento del acuerdo de préstamo. En ocasiones, los emisores de pólizas desean intervenir en la negociación de la documentación del préstamo, lo que puede convertirse en un problema especial cuando algunos bancos deciden aceptar el PRI y otros no.

  • Riesgo de título: La naturaleza del privilegio de la empresa minera para desarrollar el yacimiento que constituye la base del proyecto estará en primera línea de la debida diligencia de los financiadores. A menudo, la propiedad corresponde al gobierno central y la empresa minera sólo podrá obtener una licencia para extraer los minerales en cuestión. Los financiadores realizarán la debida diligencia para garantizar que dicha licencia fue válida y efectivamente aprobada y en qué circunstancias puede ser invalidada. En numerosos países, el gobierno central conservará una participación gratuita en el proyecto o impondrá el pago de cánones.
  • Riesgo soberano: Los financiadores evalúan regularmente los riesgos soberanos de un proyecto. Se trata de cambios de ley o de gobierno, del riesgo de nacionalismo de la ley, de los recursos o de las infraestructuras y, en algunos casos, de la guerra. Los gobiernos podrían exigir impuestos o pedir aumentos de los cánones, restringir la propiedad extranjera e imponer escandalosas obligaciones medioambientales y laborales. En los proyectos transfronterizos, se evalúan las alianzas intergubernamentales y los acuerdos de reparto de ingresos.
  • Tomar garantías: Los financiadores querrán obtener una garantía sobre varios activos del proyecto. La documentación de seguridad se rige prácticamente siempre por las leyes de la jurisdicción en la que se encuentra el activo aplicable. La toma de garantías puede ser más confusa en ciertas jurisdicciones, y en algunas de ellas no será factible tomar garantías sobre activos futuros o tomar una carga flotante. Esto será una carga para la financiera y puede necesitar que el prestatario ofrezca otras soluciones.
  • Ejecución: La ejecución de las garantías es más complicada en algunas jurisdicciones que en otras, y esto será un componente para los financieros a la hora de determinar si se financian en dichas jurisdicciones y en la estructuración de las formas de hacerlo. El análisis formal del derecho consuetudinario supone que una parte garantizada tendrá una solución de autoayuda que le permitirá vender el bien garantizado de su propia elección sin necesidad de involucrar a un tercero. Pero en muchos mercados emergentes esto no es posible.

Los banqueros de proyectos deben evaluar cuidadosamente la importancia de las financiaciones separadas y, en caso de que haya financiación separada, comprender las dificultades de garantizar que la cadena de suministro funcione como un todo.

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